Presentación

CURAÇAO



Hace tan solo unos días, intentábamos adaptarnos a la vida cotidiana después de las vacaciones de verano. Y de repente, como el que no quiere la cosa, el mes de noviembre se nos ha ido entre los dedos. Las decoraciones de las calles y los estantes de los comercios repletos de turrones y mazapanes, nos lanzan vertiginosamente a la Navidad; dentro de nada estaremos en el nuevo año, que ya está llamando a nuestras puertas.

Aprovecho estos acontecimientos, para presentaros una parte del mundo de la que yo lo desconocía todo, hace poco tiempo. Viajaremos hacia Curaçao, de la mano de Glennfor, un chico vitalista al que nunca he visto ni triste, ni enfadado, ni de mal humor. Sin embargo, no es de piedra y conoce buenos y malos momentos, como cada uno de nosotros. Es su actitud frente a la vida, uno de sus grandes atractivos, además de él mismo, por que sí. Debo decir que, también como casi todo el mundo, incluida yo, es mejor no no verle ni hablarle antes de haberse tomado el primer café del día, justo antes de comenzar a trabajar.

Ubicación de Curaçao en el Caribe
Para ilustraros su actitud ante la vida, y su capacidad de reírse de sí mismo, os voy a relatar una anécdota que él mismo nos contó, y con la que nos reímos hasta sentir dolor de estómago. Es una pena que la narre yo, porque mi talento chistoso no llega ni a la mitad del que él disfruta. En fin. Cuando era un jovencito estudiante universitario, tuvo la oportunidad de disfrutar de una beca de estudios en el extranjero; debido a cualquier razón desconocida, realizó los trámites administrativos demasiado tarde y entonces, vio que el único lugar que le quedaba disponible era Macao. Glennfor, todo contento, se olvidó del tema hasta el momento en el que se vio en la obligación de preparar el viaje, reservar el billete de avión, etc. En ese mismo momento, se dio cuenta de que Macao no se encontraba en Portugal como él pensaba, sino en China. Inesperadamente descubrió que su beca, y los recursos económicos de los que disponía, no le cubrían prácticamente, nada más que el viaje. Debió pedir un préstamo a sus padres, los cuales, a su vez, se disgustaron sobremanera al saber que su querido hijo se alejaba tanto de ellos, e ignoraban lo que sería de él en aquel lugar tan lejano.

El jovencito Glen se recorrió medio mundo para llegar a su lugar de destino y disfrutar de seis meses de "estudios". Me imagino que el concentrarse en las obligaciones, resultaría mucho más difícil que concentrarse en las devociones.


Macao, en China
Macao, en Portugal
Mapa Mundi con Curaçao, Macao (Portugal) y Macao (China)
(Fuente: Imágenes Google)


Sin embargo, y a pesar de lo que pudiera parecer, no es un ignorante; a través de él supe que existe una profesión llamada "actuario", para la que se necesita un conocimiento extenso de las matemáticas y su aplicación práctica. Cosa que yo, personalmente, nunca he conseguido.

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