Los Ausentes

LOS AUSENTES Me he rezagado del grupo que abandona el camposanto y arrebujada en el abrigo, recorro las tumbas conocidas y desconocidas. El mes de febrero está bastante adelantado y comienzan a vislumbrarse los primerísimos rasgos de una primavera que aún se hará esperar. La tumba de los abuelos me hace detenerme; nunca había conseguido rezar como se supone que hay que hacerlo, sin embargo hoy, siento la necesidad de hablar con ellos; siento la extraña sensación de que me escucharán y de que, si lo desearan, podrían aclararme las incógnitas existentes en la familia. Les hablo de mi infancia y de los retazos de la infancia de mi madre que ella misma nos ha contado en numerosas ocasiones; me debato entre la costumbre de querer a mi abuelo, tal y como me han enseñado, o de despreciarlo tal como el aire pre primaveral me sugiere. Me entristece no recibir ninguna respuesta y por ello, continuo mi camino. Llego al rincón de lo...