El amante del volcán, Susan Sontag

 

La literatura nos brinda abundantes oportunidades de conocer y familiarizarnos con la Historia. Esto es lo que sucede en esta impresionante novela de Susan Sontag El amante del volcán, ambientada en el siglo XVIII. Es una novela histórica narrada en un estilo cuidado, excelentemente tratado, elegante, y de escritura meticulosa y refinada. Sin embargo, huyendo de la petulancia, su composición recuerda la de las novelas decimonónicas de fácil lectura como las de Balzac, Zola o Galdós.

  Nos encontramos ante hechos históricos importantes como la Revolución francesa, la Primera república y la batalla del Nilo, ganada por Horatio Nelson; la implantación de repúblicas en diferentes países europeos, incluido el reino de Nápoles-Sicilia -escenario de la novela-, y las guerras napoleónicas.

Los personajes son numerosos y aparecen con su verdadero nombre, excepto Sir William Hamilton, siempre nombrado bajo el sobre nombre de El Cavaliere”. Así, aparecen sus dos esposas, Catherine y Emma; Goëthe, en sus dos viajes a Italia; Fernando I su esposa María Carolina de Austria; Horatio Nelson y la poeta Eleonora de Fonseca-Pimentel.

Además de los hechos históricos, Sontag nos ofrece una cosmovisión realista y costumbrista en la visión y valoración de la época. Descubrimos las costumbres de una Corte pantagruélica con sus comidas, fiestas y cazas, con un rey corpulento o incluso orondo, y una reina que gobierna en lugar de su esposo. No falta el pueblo mísero al que en ocasiones especiales se le ofrece montañas de comida, de animales vivos que despedazan in situ dando muestras de crueldad, ordinariez, grosería y zafiedad, en contraste con las costumbres codificadas, refinadas y exclusivistas de la burguesía y nobleza inglesas. Otro tema muy considerado es el del lugar de la mujer en todos los estamentos sociales, tanto en Inglaterra como en Nápoles, que sin ser objeto de crítica o comentario, muestra con claridad cómo es.

Es un relato narrativo en el que proliferan los pretéritos indefinidos como expresión de sucesiones de hechos, ilustrado por la casi total ausencia de diálogos. El narrador es omnipresente, narra los hechos, pero también se permite valorarlos e incluso, a veces, extender sus comentarios hacia el siglo XX en comparación con los del siglo XVIII (P. 131). La escritura es en tercera persona excepto en el prólogo, la tercera y cuarta parte en las que los personajes intervienen personalmente en primera persona (P. 418).

Por otro lado, es un texto fuertemente descriptivo. Encontramos considerables descripciones en imperfecto y algunos pluscuamperfectos, como la que hace del equipaje de viaje, de Nápoles, del carácter del coleccionista, de Jack (P.86,7), de William, de Catherine, de Nelson, o de Emma.

Merece la pena penetrar en el universo del coleccionismo y el carácter y condición de una persona de cultura elevada como es el Cavaliere, prácticamente indiferente a los humanos puesto que se centra en su gran interés, más bien amor, por el Vesubio, sus movimiento y erupciones; lo visita, lo observa y anota sus observaciones, además de recoger muestras de lava fría y caliente. “(…) Coleccionar expresa un deseo que vuela libremente y se acopla siempre a algo distinto: es una sucesión de deseos. El auténtico coleccionista no está atado a lo que colecciona sino al hecho de coleccionar. (…) (P. 29). Es curioso descubrir el mismo deseo de coleccionismo en Napoleón:” (…) Toda la Italia coleccionista vivía en el terror de aquel insaciable depredador de arte, Napoleón, quien había obligado a las ciudades que conquistaba a entregar pinturas y otras joyas artísticas a manera de impuesto de guerra (…). (P. 240)

En la cosmovisión ante la que nos encontramos, se suceden épocas de calma dentro de las costumbres cotidianas, la alteración provocada por el corso y los franceses avanzando por Europa, la transformación de la sociedad con la proclamación de la República Napolitana, la restauración borbónica y el terror de las ejecuciones públicas de los jacobinos o sospechosos de serlo, es decir, los partidarios de los principios de la Revolución francesa y la instauración de la República.

Pero además de una novela histórica, también es una historia de compasión como por ejemplo, de la reina María Carolina de Austria por su hermana María Antonieta, ejecutada en Francia; de la dedicación de Emma curando las heridas de Nelson. Y también es una novela de amor, amor por el arte, de amor platónico entre personas que no deberían amarse, de formación de tríos públicos inhabituales en aquella época y la aceptación del escándalo provocado

El amante del volcán es un universo que subyuga por su intensidad, la pasión que desprende y porque parece incluir al lector haciéndole abandonar su puesto de observación adentrándole en la participación de los acontecimientos.


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