La conjura contra América. Philip Roth
Philip Roth es un escritor
americano que, con su forma personal de escribir, revolucionó la novela en
Estados Unidos. De origen judío, se ocupa constantemente de la posición de los
judíos dentro de la sociedad, de su integración o adaptación, o de la falta de
ella, dentro de la sociedad, de cómo son percibidos por los no judíos, y sobre
todo, cómo se establece la relación entre ellos.
Todos estamos acostumbrados a
que el nombre de los Estados Unidos de América se haya convertido simplemente
en América, como si otros países del mismo continente no formaran parte de él,
ya sea en el norte, el centro o el sur. En “La conjura contra América”, nos
encontramos con que Estados Unidos es un país contado por un niño observador
que se enfrenta a sus propios miedos, nos
ofrece las primeras visiones de su familia, sus orígenes, su establecimiento y
su desarrollo.
Esta novela parece estar basada
en gran medida en la vida del autor, puesto que el nombre del niño protagonista
es el mismo y vive en la misma ciudad portuaria e industrial de Newak, en el
estado de Nueva york. Este niño relata sus miedos estrechamente relacionados
con los acontecimientos que se desarrollan en el país y que influyen
directamente en su familia y en muchas otras familias.
El inicio es un retrato
tranquilo de los descendientes de una familia judía emigrada a Estados Unidos,
sus ocupaciones, su lugar de residencia y sus relaciones con los vecinos. Poco
a poco, su visión será menos armónica y sabremos, por ejemplo, que su padre no
acepta un ascenso dentro de su empresa porque el lugar donde vivirían estaría
habitado principalmente por bundistas, es decir inmigrantes de origen alemán.
Si se trasladasen al nuevo barrio, vivirían en un vecindario de cristianos y su
casa se convertiría en “la casa de los judíos”, la única entre tantos
cristianos. Aunque no comprenda muy bien la razón, Philip descubrirá igualmente
la discriminación hacia los judíos durante un viaje familiar a Washington.
La historia se sitúa en un
momento histórico muy particular, entre la Gran depresión de los años treinta
del siglo pasado y la segunda guerra mundial. En la primera época asistimos a
las dificultades adyacentes a la crisis económica, pero también a la creación
de grandes fortunas a menudo apoyadas en mafias y negocios ilegales, como también
sucedió durante la Ley seca. Los métodos de contratación de empleados y obreros
se mantenían en el servilismo y el clientelismo mediante servicios y
protecciones.
“La conjura contra América” es
una historia compleja que apela constantemente a nuestros conocimientos
históricos, ya que Roth utiliza características especiales de personas que
existieron para hacer de ellas personajes ficticios importantes; transforma sus
historias con hechos que nunca realizaron y fechas que tampoco corresponden a
los hechos reales. Con la llegada de la segunda guerra mundial a Europa,
estados unidos se divide en dos grandes bloques; el primero es el de los republicanos
aislacionistas, de tendencias nazis, cristianos y partidarios de la no intervención
en la guerra; están dirigidos por el presidente Lindsel, pero apoyados por el
rabino Bengelsdorf y gran parte de los judíos ricos. El segundo bloque es el de
los demócratas, cuya gran esperanza se sitúa en la persona de Flanklin D.
Roosvelt, partidario de la intervención en la guerra.
Es la época en la que aparecen
grupos extremistas como el partido nazi americano; los bundistas de origen
alemán y de orientación nazi; el Ku Klus Klan; la Legión negra y la Legión
plateada. Todos, grupos extremistas cuyo lema es el de América primero y tildan
a los demócratas de comunistas, antipatriotas y traidores. No faltan las crisis
ni los grandes disturbios en ciudades industriales como en Detroit o Chicago, o
una noche semejante a la Noche de los cristales rotos en Alemania en mil
novecientos treinta y ocho en la que estalló la ira contra los judíos. No tarda
en aparecer la vigilancia de los ciudadanos a través del FBI, lo que recuerda a
la caza de brujas del senador McCarthy años después. Todas estas noticias se
conocerán por los periódicos y la radio hasta que vemos la aparición de la
limitación a la libertad de expresión (p. 324,5).
Asistimos con sorpresa al
intento de desplazamiento de familias judías a lugares lejanos poblados por
gentiles, es decir, por cristianos, con la intención de gentilizarlos
separándolos de sus comunidades, familias, amigos y tradiciones a través del
programa Colonia 42; al mismo tiempo, a través del proyecto Buen Vecino, se
ocupan las casas vacías por vecinos no judíos (p. 377). Del mismo modo se
intenta gentilizar a los hijos de los judíos a través del programa Solo Pueblo (p.264,5)
en el que niños judíos trabajan durante los meses de verano en granjas de
gentiles. El intento de cristianización de los judíos tiene el ímpetu necesario
como para que estos niños judíos lleguen a calificar a sus padres y hermanos de
“vosotros los judíos del gueto, asustados y paranoicos” (p. 304, 313).
Resulta curioso observar la
oposición entre diferentes grupos de judíos. Por un lado, los grandes
empresarios, ricos y de derechas, conspiracioncitas y simpatizantes de los
nazis. Por otro lado, ciertos judíos ricos y otros más modestos, o incluso
pobres, de izquierda. Se divulga la idea de una conspiración de los judíos,
instigadores del rapto del presidente Lindsberg con la intención de dar un
golpe de estado (p. 423). Sin embargo, la Primera dama expresa su oposición a
esta idea y finalmente, Rooswelt es elegido nuevo presidente (p. 429), Estados
Unidos entra en guerra en Europa y se aclara la existencia de la conjura.
La conjura de américa es una
historia rocambolesca que comienza como una historia familiar y que
gradualmente se extiende a la ciudad, después al estado de Nueva York, a los
demás estados, y finalmente, se expande por todo el país. Es una historia
complicada para los lectores desconocedores de la historia de Estados unidos
pues, como dije al principio, Philip Roth parece jugar a despistar a los
lectores utilizando personajes reales o inventados, variando las fechas y los
hechos, obligándole a informarse constantemente de los hechos reales y las
personas reales. Pero finalmente es la historia de un país descomunal
construido con violencia y poblado por inmigrantes de todas las nacionalidades,
de las que se excluye a los indios a y los negros que, por su condición de
esclavos o esclavos libertos, parecen no importar. Es una historia contada por
un niño y centrada en la comunidad a la que pertenece.
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